Edición Noviembre 2024

Sustentabilidad en el mar Báltico; el puente que une a Dinamarca y Suecia

Esta obra arquitectónica es un ejemplo palpable de cómo la combinación de ingenio, organización y la gran voluntad entre dos naciones puede derribar fronteras y unir culturas, desafiando incluso las limitaciones geográficas.

Además, este puente se presenta como un atractivo irresistible para los viajeros que anhelan explorar nuevos horizontes, aquellos que buscan enriquecer sus experiencias con historias fascinantes, desafíos emocionantes y conexiones significativas.

El estrecho de Öresund, antaño una frontera natural entre Dinamarca y Suecia, es ahora el escenario de una magnífica obra de ingeniería. Hablamos del puente-túnel que conecta las vibrantes ciudades de Copenhague y Malmö, entrelazando culturas y economías en un abrazo arquitectónico sin igual.

Separados por las aguas del mar Báltico, Dinamarca y Suecia se unen a través de esta estructura híbrida que despliega un encanto singular. Su diseño innovador despierta admiración, desafiando las expectativas sobre cómo deben ser las conexiones entre naciones.

Concebido como una solución a las necesidades complementarias de ambos países, este proyecto monumental fue ideado para romper barreras geográficas y facilitar el intercambio de personas y mercancías.

La complejidad del diseño radicaba en encontrar un equilibrio entre costos y funcionalidad. Crear un túnel a lo largo de los 16 kilómetros que separan las dos ciudades habría sido prohibitivamente caro, mientras que un puente convencional presentaba sus propios retos.

Así, la audaz elección de un híbrido que combina túnel e isla antes de transformarse en puente se erige como una prueba de ingenio, ofreciendo desde la costa sueca una vista espectacular, como si el océano abrazara la estructura misma.

El recorrido del túnel abarca más de 4 mil metros, comenzando en la costa danesa y alcanzando la península artificial de Kastrup, donde se eleva para dar paso a un puente de 7 mil 845 metros, el más extenso de Europa destinado a vehículos y ferrocarriles.

Además, es complementado por un pilar que se eleva 204 metros sobre el nivel del mar y un peso total de 82 mil toneladas repartido en tres tramos. Sí, la magnitud de esta obra es asombrosa.

Ubicado en un punto estratégico del estrecho de Öresund, donde el Báltico se encuentra con el Mar del Norte y el Océano Atlántico, el puente-túnel se erige en respuesta a las necesidades de las ciudades que, a finales del siglo XX, buscaban una conexión permanente.

Copenhague ofrecía viviendas asequibles, mientras que Malmö contaba con abundantes oportunidades laborales. La liberalización de fronteras en Europa hizo evidente la necesidad de facilitar el desplazamiento entre ambas, poniendo fin a la dependencia de los ferris.

Sin embargo, el ambicioso proyecto enfrentó desafíos significativos. La altura del puente debía permitir el paso de embarcaciones, lo que complicaba la seguridad aérea en las cercanías del Aeropuerto de Copenhague-Kastrup. La solución fue un túnel en el lado danés, ponderando la seguridad de los aviones, mientras que el lado sueco cuenta con un puente que optimizó costos.

La construcción, que comenzó en 1991 y concluyó en 2000, fue un proceso meticuloso. Utilizando tecnología GPS, los segmentos del túnel fueron cuidadosamente remolcados y posicionados en el fondo del mar. Las torres del puente, erigidas por la grúa flotante más grande del mundo, fueron diseñadas para resistir eventualidades, incluso un impacto aéreo.

El puente se compone de dos tramos principales conectados por un vano central atirantado, uno de los más largos del mundo, con 490 metros de espacio entre vigas, elevándose 57 metros sobre el mar, sostenido por pilares que alcanzan hasta 204 metros de altura.

El 14 de agosto de 1999, el Príncipe Heredero Federico de Dinamarca y la Princesa Heredera Victoria de Suecia se encontraron en el corazón de esta obra para celebrar su culminación, mientras que su inauguración oficial, el 1 de julio de 2000, reunió a las majestades de ambos países.

Más allá de su impacto estratégico, este puente-túnel ha dejado una huella arquitectónica profunda, superando incluso al Eurotúnel que conecta Francia e Inglaterra. Con su esplendor, ofrece una conexión vital entre Suecia, Finlandia y el resto de Europa.

Más de dos décadas después de su apertura, este ícono continúa asombrando a quienes lo cruzan, transformando el viaje en una experiencia visual inolvidable.

Redacción: Editorial Audi

¿Te gustó?

How useful was this post?

Click on a star to rate it!

Average rating 0 / 5. Vote count: 0

Notas relacionadas

Audi Service

Audi Service Digital Voucher

Audi Trends

Spotify te da música para volar… y sin conexión