Edición Septiembre 2024

The Edge, el edificio que genera más energía de lo que consume

Ubicado a orillas del río Amstel, en Ámsterdam, este inmueble ha sido reconocido como el más sostenible del mundo, logrando una impresionante puntuación del 98,36% en la certificación BREEAM, la evaluación más exigente a nivel global.

Cada detalle de su diseño y construcción ha sido cuidadosamente concebido para optimizar el uso de recursos naturales y reducir al mínimo su impacto ambiental.

En las orillas del Amstel, donde el viento acaricia los canales y la luz danza sobre el agua, ahí nace un edificio que desafía los límites de la arquitectura: The Edge, una propuesta de sostenibilidad en el corazón de Ámsterdam.

En la capital de los Países Bajos, conocida por su innovación y respeto por el medio ambiente, este edificio redefine los estándares de sostenibilidad en la arquitectura moderna: eficiente, tecnológicamente avanzada y en perfecta armonía con el entorno.

The Edge ha sido calificado como el edificio más sostenible del planeta, un logro que se ve reflejado en su asombrosa puntuación del 98,36% en el prestigioso certificado BREEAM, la evaluación de sostenibilidad más rigurosa a nivel global.

 

Este reconocimiento no es casualidad; cada elemento de su diseño y construcción ha sido meticulosamente planificado para optimizar el uso de recursos naturales y reducir al mínimo el impacto ambiental.

La sostenibilidad de The Edge comienza con su orientación estratégica, diseñada para maximizar la luz solar natural y minimizar la necesidad de iluminación artificial. La fachada sur, revestida con paneles solares de alta eficiencia, produce la energía necesaria para mantener el edificio operativo sin depender de la red eléctrica.

Esta autonomía energética se complementa con un ingenioso sistema de almacenamiento de energía térmica subterránea, utilizando un acuífero a más de 100 metros de profundidad para regular la temperatura interior del edificio de manera ecológica.

El compromiso con la sostenibilidad de The Edge nos sorprende con más elementos. El edificio integra un avanzado sistema de reciclaje de aguas pluviales, reutilizándola en el riego de sus jardines y en los sistemas de saneamiento.

Además, la utilización de vidrio de alta calidad en su fachada norte no solo mejora el aislamiento térmico, sino que también protege a los trabajadores del ruido externo, creando un ambiente de trabajo sereno y confortable.

 

En The Edge, la tecnología y la sostenibilidad convergen para crear un entorno de trabajo revolucionario. Cada uno de sus 6 mil LEDs de bajo consumo está conectado a un sistema domótico que ajusta la iluminación y la temperatura de manera automática, en función de la luz diurna, la temperatura y la presencia de personas en cada área del edificio.

Los empleados pueden incluso personalizar estos ajustes a través de sus teléfonos móviles, lo que no solo mejora la eficiencia energética, sino que también incrementa el confort y la productividad.

De la misma forma, su infraestructura inteligente permite a los trabajadores conocer su impacto ambiental en tiempo real, así como acceder a información útil como la disponibilidad de plazas de estacionamiento o zonas de trabajo libres.

Este enfoque centrado en el usuario convierte a The Edge en un modelo de cómo las oficinas del futuro pueden ser no solo sostenibles, sino también profundamente conectadas e interactivas.

Para los 2 mil 500 trabajadores que diariamente disfrutan de sus instalaciones, The Edge no solo representa un lugar de trabajo, sino un compromiso con un futuro más verde y eficiente. Cada kilovatio de energía producida, cada gota de agua reciclada es un testimonio de que el progreso no tiene que estar reñido con la sostenibilidad.

Redacción: Editorial Audi

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