Cómo el Lo-fi hip-hop se convirtió en el género predilecto de una generación para relajarse

 

Miles de internautas alrededor del mundo han descubierto un nuevo método para concentrarse y disfrutar de momentos de quietud y calma: darle play a cualquier playlist con Lo-fi hip-hop. Son listas de reproducción con cientos de canciones y animaciones en bucle con ratios de permanencia mucho mayores a los de otros contenidos musicales en YouTube. Hablamos del lofi (del inglés low fidelity).

Un loop infinito de una chica anime cansada, sentada en una pintoresca habitación al estilo de una película de Hayao Miyazaki, escribiendo apuntes en su cuaderno, leyendo un periódico con una taza de té caliente o simplemente mirando por una solitaria ventana en un día lluvioso. El Lo-fi hip-hop es un estilo musical que surgió, principalmente, de la mezcla de beats de hip-hop y toques de jazz (entre otros géneros), pero con un enfoque distinto, menos comercial y con una calidad sonora capaz de reproducirse en cualquier dispositivo con las especificaciones mínimas para su correcto disfrute. 

Este género es consumido debido a su capacidad de transportarnos a un entorno calmado, quieto, donde podemos realizar cualquier actividad con toda la seguridad de un completo disfrute. 

 

Pero, ¿cómo suena?

Un estilo muy particular de downtempo Millennial que fluye cálidamente a través de los altavoces de tu computadora o desde tus headphones; una drum machine que transmite golpes distorsionados, un par de sintes perezosos que aparecen en medio de la noche, tal vez unas vocales sencillas y sampleadas de manera elíptica procedentes de cintas de autoayuda, dibujos animados antiguos, juegos de Nintendo 64 o sonidos ambientales de acceso público.  

Estos ingredientes son sencillos y llamativamente constantes, que mezclados personifican a una nueva forma de radio por internet llamada “Lo-fi hip-hop”, o “chillhop”. Interminables e imperecederos streams de YouTube que suenan ininterrumpidamente, lanzando vibraciones relajadas y amistosas a una generación ocupada y ajetreada, cansada del vertiginoso movimiento en que se somete el mundo. Esta música es la alternativa holística perfecta, cuando la meditación ha dejado de hacer efecto.

 

A veces lo único que hace falta es confiar en el gusto de un joven emprendedor con un canal de YouTube.

 

Uno de los canales que más ha crecido tras el descubrimiento online del 24/7, ha sido College Music, gestionado por lo estudiantes Luke Pritchard y Jonny Laxton. En 2014, estos dos jóvenes británicos enamorados de la música alternativa se pusieron manos a la obra y ¡pasaron de tener 794 suscriptores en 2015, a casi 100.000 seguidores doce meses después. Tras ello, gracias a tres retransmisiones en directo y solo en 30 días, lograron triplicar su audiencia que les hizo ganar 5.000 dólares.

 

“Ambos comenzamos en esto para intentar llegar a más gente ofreciendo la música que creíamos era merecedora de escucharse”, afirmó uno de ellos al diario The New York Times.

 

Si hacemos retrospectiva al origen del Lo-fi hip-hop, el hip-hop y los beats con sonido street, tenemos que hacer retrospectiva al B-Bap que data de los 80, específicamente en Nueva York. Colectivos como Juice Crew All Star, Boogie Down Productions o Diggin’ In The Crates Crew (éste más cercano a los 90), popularizaron esta enérgica manera de hacer beats en los circuitos más alternativos del hip-hop

Ya por la década de los 90’s, KRS-One se encargaría de popularizarlo con su disco Return Of Boom Bap (1993), a la par que el B-Bap ya estaba acompañando los versos de gente del calibre de Wu Tang Clan, Nas, A Tribe Called Quest, Pete Rock o Notorius B.I.G., teniendo gran protagonismo en varios discos que hoy son considerados clásicos dentro de la idiosincrasia hiphopera americana (Como Illmatic de Nas o Midnight Marauders de ATQC, por mencionar a alguno).

Lo que es evidente es que el Lo-fi hip-hop ha llegado para quedarse. Un fenómeno que está asociado al anime y a la figura del productor japonés Nujabes (fallecido en 2010) que, a principios de los 2000, creó un “nuevo estilo suave, nostálgico y de sonido atmosférico”. Ahora, el lofi no deja de sumar adeptos con ganas de olvidarse del ajetreo y estrés diario.

Hay varios de estos canales y todos son tremendamente populares. El más destacable de ellos pertenece a alguien que responde al alias ChilledCow y ha conseguido casi dos millones de suscriptores en poco más de un año. Lo cierto es que lo que hace esta persona, no difiere mucho de la labor de alguien que tocará una lista de temas cuidadosamente seleccionados en una fiesta.

La percepción de simpleza y facilidad que ronda a este género contrasta radicalmente con la dedicación y romanticismo que tiene como pilar fundamental. Te invitamos a escucharlo desde Spotify para disfrutar estos beats en todo momento y desde cualquier dispositivo.

Escrito por: Editorial Audi

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